PENUMBRA (2023)
Serie de 7 esculturas
Madera, resina epóxica y pintura
No es un buen momento para vivir bajo el mar: la acidificación, la contaminación, la sobrepesca, la minería, la extracción de hidrocarburos y el comercio ilegal han venido causando estragos en las poblaciones de casi todos los organismos marinos.
Una analogía a esta realidad sería representar al saludable océano de antaño como inundado de luz, mientras el actual está en penumbra. Y por qué en penumbra?
Recordemos que somos capaces de ver objetos porque la luz que se refleja en ellos llega hasta nuestros ojos. A diferencia de la oscuridad (donde no podemos percibir dado que no hay luz que se refleje en el objeto), La penumbra nos permite advertir sólo partes de las formas, dado que la fuente lumínica esta parcialmente bloqueada.
Y en este metáfora de advertir sólo ciertas partes, es que nace esta serie donde represento algunos animales marinos con una particularidad: las formas no están completas sino que son atravesados por el vacío. Esta incompletez representa el proceso de su desaparición.
Ahora nuevamente pensando en que la luz es necesaria para poder ver los objetos, los colores seleccionados para cada pieza representan una aproximación a la descomposición monocromática del espectro visible. Este arco iris revela la esperanza de que el hombre al reflexionar sobre sus actos sea capaz de detener los procesos que han llevado a los habitantes del océano a esta penumbra.
Los antiguos griegos entendían la luz como algo cercano a la verdad de las cosas. Hoy, sumergidos en la penumbra, podemos luchar por conservar lo que aún es visible o resignarnos a las consecuencias de la oscuridad que vendrá.